Doña Triana ejemplo de buen vivir
Por Eliezer Olivero
La calle San Andrés siempre ha sido una calle preponderante
y emblemática en el municipio de Cabral.
La preponderancia de esta calle no viene dada por el nombre
que lleva, en honor a un santo católico, sino más bien por la gente que allí reside,
van desde Funcionarios Públicos, Comerciantes hasta humildes ciudadanos.
En la calle San Andrés residió, hasta el último de sus días,
Doña Triana hija de Argelia y del ExSindico Desiderio Urbáez y esposa del ExSindico
y Juez de Paz Salvador Urbáez.
Doña Triana tuvo el privilegio de ser hija de un Síndico y años
más tarde esposa de otro Sindico, pero también del Juez de Paz de la comunidad,
posiciones que nunca aprovecho para vanagloria ni jactancia, más bien aprovechó
su preciado y valioso tiempo para vivir entregada a la buena crianza y protección
de sus hijos Deisy, Olmedo, Dolly, Jeovanny, Jane, Lorencito y Nelson, así como
a otros familiares.
Doña Triana era una mujer sumisa, dócil, amable, dulce, cariñosa,
de fino trato y buen vivir con todos sus vecinos, a quienes consideraba como hermanos
y todos los muchachos que se criaron en la calle San Andrés los consideraba como
a sus nietos Rayner, Reymon, Tatiana y Wellintong, quienes también le decían Mama
Triana.
Qué bien me siento al tener la oportunidad de ser parte de
la larga fila de personas que en el día ayer le dimos el último adiós a Doña
Triana.
Por su forma de vida, dulzura y cariño hacia los demás
podemos concluir, sin temor a equivocarnos, que Doña Triana fue un ejemplo de
buen vivir.
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